Las características de un proceso de coaching se adapta a las necesidades de cada cliente y de lo que este desee trabajar, por lo cual, estas son acordadas entre el cliente y el coach a partir de la primera sesión.

Cada sesión tiene una duración estimada de 1 hora aproximadamente y pueden llevarse a cabo de forma presencial o por Skype.

La frecuencia con la que se realizan las sesiones suele ser semanal o quincenal, adaptándonos a las particularidades de cada proceso y necesidades del cliente.

La duración total de un proceso de coaching está totalmente ligada a la situación u objetivo que el cliente quiera tratar. Por lo general, completar con éxito un proceso suele requerir, a modo orientativo, un mínimo de 3 y un máximo de 8 sesiones. Aunque cada proceso es distinto y cada cliente tiene unas necesidades diferentes.

El proceso de coaching no solo incluye las sesiones. Podrás contar conmigo cuando lo necesites a través de un seguimiento telefónico o por correo electrónico.

Es importante que sepas que el contenido tratado durante las sesiones es totalmente confidencial.